sábado, 23 de febrero de 2013

10. NUESTRO ESPÍRITU EMPRENDEDOR

10. NUESTRO ESPÍRITU EMPRENDEDOR

“El trabajo y la lucha llaman siempre
a los mejores” Séneca.


Con el recuerdo de las expresiones duras, pero ciertas, de Manuel Gonzales Prada, respecto a las causas de la derrota de la Guerra con Chile: “Nuestra resignación y espíritu de servidumbre”, que sigue vigente en la actualidad, por la aplicación de malas políticas públicas por parte del Estado al incrementar programas asistenciales (Vaso de leche, Juntos, Comedores…)  que anulan nuestro espíritu emprendedor e impiden formar peruanos con iniciativas, críticos, creativos, emprendedores y libres, capaces de generar el propio empleo y apostar por la educación y el trabajo como las herramientas liberadoras de nuestra realidad personal, familiar y social. Porque tengo la convicción que los emprendedores son los llamados a cambiar la sociedad peruana. 

El ser humano es un emprendedor innato. Cada ser humano lo posee, porque cada ser humano es único. Ninguno es una copia del otro. Todos tenemos talentos y habilidades que nos distinguen de los demás. Es cosa de observar un bebé, desde el momento que nace posee la curiosidad de explorar nuevos horizontes, gatea e investiga incansablemente su entorno.

A medida que el niño se va desarrollando, llega a la famosa edad del "¿por qué?" que tanto exaspera a sus padres. Quieren saberlo todo y aprenderlo todo. Su curiosidad no tiene límites y su creatividad tampoco. Lo ideal sería que el niño mantuviera ésta actitud inquisitiva hasta llegar a la adultez, pero no siempre es el caso.

¡Todo lo contrario! El espíritu emprendedor, que es tan natural en nosotros, normalmente es aplacado a medida que crecemos. La vida nos inculca patrones de pensamiento y temores que limitan el desarrollo adecuado de nuestro espíritu emprendedor.

Éste proceso continúa a lo largo de nuestras vidas. En la educación tradicional cada niño pasa a formar parte de un conjunto de 30 a 45 niños. En éste contexto el niño aprende varias lecciones importantes que últimamente dañarán su espíritu emprendedor innato:

• Si hago lo mínimo requerido, voy a estar bien.
• Aprender significa hacer lo que la figura de autoridad exige
• El aprendizaje es aburrido y poco atractivo
• La entretención es cuando no tienes que aprender
• Para ser un buen estudiante tengo que estudiar los intereses de otra persona
• Si no estoy obligado a aprender, prefiero entretenerme
• Mis propios intereses no son importantes, los tengo que perseguir en mi tiempo libre.
• Ninguna actividad de aprendizaje es lo suficientemente importante para profundizarla, ya que la lección de la campana es: ¡guarden los cuadernos, ahora toca estudiar otra materia!

A continuación comparto cinco medidas, propuestas por Bettina Langerfeldt, que usted puede tomar para volver a desarrollar su espíritu emprendedor y alcanzar las metas que tiene en su corazón:

1. Sálgase de la mentalidad de rebaño
Uno de los más grandes enemigos del espíritu emprendedor es la mentalidad de rebaño. El ser humano es un ser gregario. Nos gusta pertenecer a un grupo y poder identificarnos con él. Para eso hacemos lo que el grupo hace y pensamos como el grupo piensa.

El problema es que muchas veces el grupo, junto con darnos un sentimiento reconfortante de pertenencia, nos limita en cuanto a lo que podemos lograr como individuo. Si usted quiere revivir su espíritu emprendedor, va a tener que estar dispuesto a nadar contra la corriente. La historia de la humanidad está llena de emprendedores que fueron vituperados de "locos" por sus pares.

2. Debe entender que la libertad tiene su precio
Tiene que luchar para ser libre. Cuando uno persona entiende que es única, que posee dones y talentos que la distinguen de los demás, nace el deseo de ser ese "yo" que Dios puso en cada uno de nosotros. Esa individualidad tiene un precio.

Muchas veces significa cuestionarse paradigmas y patrones de pensamientos propios de nuestra cultura y de nuestra educación y tomar pasos de fe al explorar terrenos nuevos que no conocemos.

3. No vacile
Emprenda con determinación. Una persona que toma la decisión de emprender un rumbo determinado un día y de pronto vacila y retoma otro camino al día siguiente, no va a llegar muy lejos.

4. Busque información positiva
Para poder ser exitoso en lo que se propone, necesitará invertir tiempo, dinero y esfuerzo en reeducarse. Tenga en mente que la información negativa siempre es gratuita. En cambio, la información positiva que le va ayudar a salir adelante, la va a tener que buscar como si fuera un tesoro escondido.

5. No se desvíe de su meta
Si quiere fracasar en su emprendimiento, simplemente distráigase con otras cosas. La clave del éxito está en mantenerse enfocado en lo que uno quiere lograr. De esa manera siempre mantendrá un fervoroso espíritu emprendedor.

En la presente campaña electoral observo con mucha pena a los cinco candidatos favoritos,  ofrecer ventajas económicas a los maestros, policías, militares, jubilados, organizaciones populares, a costa de los recursos del Estado. ¡Qué manera irresponsable de hacer política!
Los recursos del Estado deben servir para crear las condiciones de emprendimiento de todos los peruanos, no debe incrementarse el asistencialismo, copiando el modelo de Venezuela, que a pesar de tener riqueza, ha anulado el espíritu emprendedor de su pueblo por el incremento de programas asistenciales. 

El Estado debe priorizar la construcción de infraestructura básica, (carreteras, puentes, energía, agua, escuelas, hospitales…) servicios de salud y educación de calidad, que permitan reavivar ese espíritu emprendedor innato que está adormecido y aletargado en todos los peruanos. Necesitamos un cambio de actitud para ser parte de la solución de los males de la sociedad y construir una sociedad más justa para heredarlo a las siguientes generaciones que tienen derecho a una vida digna.

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